Un texto Expositivo y Argumentativo.
La
importancia de acudir un buen vestido.
Según los
expertos nuestra imagen se compone en gran parte por nuestra
apariencia (vestuario, nuestro aspecto personal, etc.), después por nuestra
forma de comportamos en público (gestos, posturas, contacto visual,
actitud, expresión, etc.) y por último por nuestra forma de hablar.
Y si, como dicen, todos nos dejamos influir por la información que recibimos de
los demás durante los primeros 10 segundos, estaréis de acuerdo
conmigo en que no hay una segunda oportunidad de causar una buena
primera impresión.
Nuestra cultura, gustos, preferencias, etc., se exteriorizan mediante nuestra indumentaria, forma de caminar o movernos. Todos asociamos la imagen de cada persona con ciertos juicios y valores. Nuestro inconsciente genera una especie de base de datos con esa información y va catalogando cada nuevo individuo dentro de esos cánones para aceptarlo o rechazarlo.
Ya que el
mayor porcentaje de nuestra imagen es nuestra apariencia y no
tenemos más que 10 segundos para causar una buena impresión, creo que es
aconsejable que le prestemos la atención que se merece. Nuestra apariencia hace
que las personas se formen una idea aproximada de cómo somos, a
qué nos dedicamos, nuestro estatus socio económico, nuestro nivel
cultural, nuestros gustos, … El poder de tu
imagen está en tus manos, ya que te expresas y comunicas con los demás a
través de las prendas, complementos y la manera de combinarlos.
Si te vas a
poner delante de 5 ó de 50 personas hay que tener en cuenta unas cuantas cosas:
Lo primero
de todo, saber de qué vas a hablar y cómo presentarlo: que de esto puedes
aprender mucho en este
blog.
Después, repasar
prenda por prenda lo que vas a llevar puesto. Hay algunos aspectos que
deben darse por sentados:
- A ninguna de tus prendas debe
faltarle un botón, ni debe tener ningún hilo suelto.
- Ninguna de tus prendas debe
estar arrugada.
- Ninguna de tus prendas te debe
quedar ni demasiado grande ni demasiado pequeña.
- Comprueba que los zapatos estén
excelentemente limpios y nada de rozaduras.
- Lleva el pelo lo más arreglado
posible conservando la forma de tu peinado diario, nada de “abuelillos” en
la nuca, puntas que salgan extrañamente por los laterales, etc…
Te pueden
recordar por tu presentación. Puedes hablar muy bien, ser ameno y conseguir que
no se te duerman y si además añades a tu imagen personal un pequeño detalle que
pueda diferenciarte de los demás ponentes y que sea representativa de tu
personalidad o carácter, seguro que no te olvidan.
Para ello no
puedes perder tu identidad a la hora de vestirte. Innumerables veces he oído
decir a la gente que se “disfraza” o se pone el “uniforme” a la hora de ir a la
oficina, reunión, conferencia,… ¿por qué? Entiendo que hay una etiqueta que se
debe tener en cuenta y no por ello debemos dejar de ser quienes somos.
Si no te
gusta para nada el estilo formal (por ejemplo: traje chaqueta) añade tu toque
personal con:
- Un corte de chaqueta o pantalón diferente o más actual.
- Un accesorio: Actualiza y añade accesorios de moda como unos zapatos, un reloj, unas gafas, unos gemelos, un foulard, un maletín, un perfume etc.
- Un color: elige el color de traje que más te favorezca y realiza combinaciones con el color de la camisa, de la corbata, de la bufanda, guantes, etc.
- Un corte de pelo a la moda.